sábado, 10 de octubre de 2015
Unidad I. Nuestra Sociedad en Valores, Ética y derechos Humanos
Taller: Impartida la Unidad en el ambiente de clases, los triunfadores y triunfadores deben realizar como estrategia un mapa mental en una lamina de power point y realzar la importancia para si como Venezolano.
Unidad II. Elementos que conforman nuestra Identidad Nacional dentro del contexto del Mundo Globalizado
Identidad Nacional
Venezuela es una nación que tiene
en su haber y en su evolución muchos elementos que permiten que el país sea
considerado multicultural y multiétnico, ya que en la evolución de su historia
las costumbres propias de la zona en algunos sitios se han enriquecido y en
otros se han distorsionado. Desde mucho antes de la llegada de los españoles a
América, y desde mucho antes de llegar a Venezuela, la población que ya existía
en los territorios, es decir, la población aborigen, poseía una cultura propia,
y los elementos fundamentales como la lengua, religión, costumbres, se
relacionaban entre sí con las demás poblaciones de América Hispana. Esa serie
de elementos comunes de muchas poblaciones que sin conocerse practicaban es lo
que origina el término denominado Identidad.
La globalización se centraliza en
el largo proceso multisecular de la internacionalización, que tiene hondas
raíces en la época denominada de Renacimiento, esa fecunda etapa de la
humanidad en que las artes, el comercio, la música, la literatura y las
ciencias florecen y con ellos pueblos y ciudades hasta el surgimiento de la
nación.
Que cambió el modo de vida, las
personas dejaron de vivir en comunidades, zonas o regiones relativamente
aisladas e independientes para formar parte de un conjunto mayor de límites
geográficos precisos y de identidad signada por sus símbolos, por su
idiosincrasia, por su lengua común y su psicología común que los hace iguales y
diferentes a los demás.
La globalización surgió como un
fantasma que no encuentra referente en ninguno de los paradigmas de nuestro
tiempo, cada quien la ha tomado y adaptado a sus necesidades e intereses, en
este sentido, es en el campo económico donde más éxito ha obtenido porque ha
dado cobertura para implementar políticas y establecer modelos de desarrollo al
servicio del mundo.
De esta manera, se convirtió en el vehículo ideal para imponer su dominio en el
Tercer Mundo. Bajo el pretexto de la objetividad del proceso, se trata de crear
en las masas un estado de abstinencia favorable para hacer creer que la cultura
y el bienestar vienen de afuera y contra eso no se debe luchar.
Por fortuna esta postura está
generando en el mundo, y particularmente en América Latina, el efecto
contrario. Los pueblos no han perdido las esperanzas y desde sus raíces se
enfrentan al mundo, no lo desdeñan, lo asumen salvando su yo, contraponiendo su
identidad y sus valores a los del otro para enriquecer y enriquecerse, para
formar la gran urdimbre de la cultura universal.
La
idea de lo nacional, en el contexto de la globalización, debe reformularse.
Un mundo en que el poder de las
corporaciones transnacionales trasciende las fronteras, y las relaciones que
entre ellas se establecen desdibujan los límites de la nación y se nos presenta
único, bajo el patrocinio del norte revuelto y brutal que nos desprecia, "más que unir lo que busca una globalización enferma
es unificar y lo que hoy es unificado a nivel mundial no es una voluntad de
libertad sino de dominio, no es el deseo de cooperación sino de competición''.
En el desarrollo del mundo de
hoy, en que la ruptura es necesaria, a la globalización hay que extirparle el
lado enfermo para lograr identificarnos a nosotros mismos, asumir nuestra
especificidad para avanzar en el reconocimiento del otro.
Esto constituye el fundamento de
la creación y el fortalecimiento de una auténtica sociedad global en la que la
repercusión de nuestra identidad y la aceptación plena frente a otros,
permitirá la convivencia, dándole razón de ser al conocimiento de la historia
particular de todas y cada una de las culturas conformadoras del al
conocimiento de la historia particular de todas y cada una de las culturas
conformadoras del mundo global del nuevo milenio; es necesario estar abierto a
todo, sin desdeñar ninguna forma por arcaica o ultramoderna que nos parezca, la
identificación, tanto de nosotros como de los otros.
Nos ayudará buscar y reforzar
nuestro propio lugar en este mundo que cada vez se hace más pequeño. De manera
que, en los tiempos que corren solo nos queda un elemento en común: la cultura
nacional y debemos defenderla.
"La prosperidad del país: vendrá cuando los ciudadanos tengan el derecho de gozar y disponer libremente de sus bienes, y del fruto de su talento, industria y trabajo"
Simón Bolívar
Suscribirse a:
Entradas (Atom)